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24 de noviembre 2024
XXXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (AÑO B) - CRISTO REY
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TESTO
1. Los niños aprenden aquello que viven
Dorethy Law Nolte, Los niños aprenden aquello que viven
Si los niños viven con las críticas aprenden a condenar
Si los niños viven con la hostilidad aprenden a combatir
Si los niños viven con el miedo aprenden a ser aprensivos
Si los niños viven con la piedad aprenden a conmiserarse
Si los niños viven con lo ridículo aprenden a ser tímidos
Si los niños viven con el celo aprenden cosa sea la envidia
Si los niños viven con la vergüenza aprenden a sentirse culpables
Si los niños viven con la tolerancia aprenden a ser pacientes
Si los niños viven con el estímulo aprenden a ser seguros de sí
Si los niños viven con la alabanza aprenden a apreciar
Si los niños viven con la aprobación aprenden a gustarse
Si los niños viven con la aceptación aprenden a hallar amor en el mundo
Si los niños viven con el reconocimiento aprenden a tener un objetivo
Si los niños viven con la participación aprenden a ser generosos
Si los niños viven con la honestidad y la lealtad aprenden cosa sea la verdad y la Justicia
Si los niños viven con amistad aprenden que el mundo es un lugar bello en donde vivir
Si los niños viven con la seguridad aprenden a tener fe en sí mismos y en aquellos que los rodean
Si los niños viven con la serenidad aprenden a tener tranquilidad de espíritu.
¿Con qué viven sus niños?
inviato da Qumran2, inserito en fecha 26/07/2017
PREGHIERA
2. Oración del Papa a la Virgen de Loreto
Santo Padre Benedicto XVI, Santo Padre Benedicto XVI
María, Madre del sí, tú escuchaste a Jesús
y conoces el timbre de su voz
y el latido de su corazón.
Estrella de la mañana, hàblanos de èl
y descríbenos tu camino
para seguirlo por la senda de la fe.
María, que en Nazaret habitaste con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer
la Palabra en opciones de auténtica libertad.
María, hàblanos de Jesús, para que el frescor
de nuestra fe brille en nuestros ojos
y caliente el corazón de aquellos
con quienes nos encontremos,
como tú hiciste al visitar a Isabel,
que en su vejez se alegró contigo
por el don de la vida.
María, Virgen del Magníficat
ayúdanos a llevar la alegría al mundo
y, como en Canà, impulsa a todos los jóvenes
comprometidos en el servicio a los hermanos
a hacer sólo lo que Jesús les diga.
María, dirige tu mirada al àgora de los jóvenes,
para que sea el terreno fecundo de la Iglesia italiana.
Ora para que Jesús, muerto y resucitado,
renazca en nosotros
y nos transforme en una noche llena de luz,
llena de èl.
María, Virgen de Loreto, puerta del cielo,
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas.
Queremos ver a Jesús, hablar con èl
y anunciar a todos su amor.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007
PREGHIERA
3. Oración para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe
Santo Padre Benedicto XVI, Santo Padre Benedicto XVI
Señor Jesucristo,
Camino, Verdad y Vida,
rostro humano de Dios
y rostro divino del hombre,
enciende en nuestros corazones
el amor al Padre que està en el cielo
y la alegría de ser cristianos.
Ven a nuestro encuentro
y guía nuestros pasos
para seguirte y amarte
en la comunión de tu Iglesia,
celebrando y viviendo
el don de la Eucaristía,
cargando con nuestra cruz,
y urgidos por tu envío.
Danos siempre el fuego
de tu Santo Espíritu,
que ilumine nuestras mentes
y despierte entre nosotros
el deseo de contemplarte,
el amor a los hermanos,
sobre todo a los afligidos,
y el ardor por anunciarte
al inicio de este siglo.
Discípulos y misioneros tuyos,
queremos remar mar adentro,
para que nuestros pueblos
tengan en Ti vida abundante,
y con solidaridad construyan
la fraternidad y la paz.
Señor Jesús, ¡Ven y envíanos!
María, Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros.
Amén.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006
TESTO
4. Oración para el tercero año de preparación del Gran Jubileo del 2000
Juan Pablo II, Juan Pablo II
1. Bendito seas, Padre,
que en tu infinito amor
nos has dado a tu Hijo unigénito,
hecho carne por obra del Espíritu Santo
en el seno purísimo de la Virgen María
y nacido en Belén hace dos mil años.
Él se hizo nuestro compañero de viaje
y Dio nuevo significado a la historia,
que es un camino recorrido juntos
en las penas y los sufrimientos,
en la fidelidad y el amor,
hacia los cielos nuevos y la tierra nueva
en los cuales Tú,
vencida la muerte, seràs todo en todos.
¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!
2. Que por tu gracia, Padre, el Año jubilar
sea un tiempo de conversión profunda
y de gozoso retorno a ti;
que sea un tiempo de reconciliación entre los hombres
y de nueva concordia entre las naciones;
un tiempo en que las espadas se cambien por arados
y al ruido de las armas le sigan los cantos de la paz.
Concédenos, Padre, poder vivir el Año jubilar
dóciles a la voz del Espíritu,
fieles en el seguimiento de Cristo,
asiduos en la escucha de la Palabra
y en el acercarnos a las fuentes de la gracia.
¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!
3. Sostén, Padre, con la fuerza del Espíritu,
los esfuerzos de la Iglesia en la nueva evangelización
y guía nuestros pasos por los caminos del mundo,
para anunciar a Cristo con la propia vida
orientando nuestra peregrinación terrena
hacia la Ciudad de la luz.
Que los discípulos de Jesús brillen por su amor
hacia los pobres y oprimidos;
que sean solidarios con los necesitados
y generosos en las obras de misericordia;
que sean indulgentes con los hermanos
para alcanzar de ti ellos mismos indulgencia y perdón.
¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!
4. Concede, Padre, que los discípulos de tu Hijo,
purificada la memoria y reconocidas las propias culpas,
sean una sola cosa para que el mundo crea.
Se extienda el diàlogo
entre los seguidores de las grandes religiones
y todos los hombres descubran la alegría
de ser hijos tuyos.
A la voz suplicante de María,
Madre de todos los hombres,
se unan las voces orantes
de los apóstoles y de los màrtires cristianos,
de los justos de todos los pueblos
y de todos los tiempos,
para que el Año santo sea para cada uno
y para la Iglesia
causa de renovada esperanza y de gozo en el Espíritu.
¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!
5. A ti, Padre omnipotente,
origen del cosmos y del hombre,
por Cristo, el que vive,
Señor del tiempo y de la historia,
en el Espíritu que santifica el universo,
alabanza, honor y gloria
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006