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24 de noviembre 2024
XXXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (AÑO B) - CRISTO REY
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TESTO
Fernando Cordero, “María, la primera en armar lío”, San Pablo, Madrid 2016, pp. 60-62
Santa María de la alegría, ruega por nosotros.
La mujer que escucha la Palabra, ruega por nosotros.
La que encarna las bienaventuranzas, ruega por nosotros.
La que sirve y canta las maravillas de Dios, ruega por nosotros.
La que acompaña a quienes la necesitan, ruega por nosotros.
La que es rica en su pobreza, ruega por nosotros.
Santa María de la sonrisa, ruega por nosotros.
La que alegra el corazón de los pobres, ruega por nosotros.
La que tiene entrañas de misericordia, ruega por nosotros.
La que es fiel hasta la muerte, ruega por nosotros.
La que camina con el pueblo, ruega por nosotros.
La que sostiene al que cae, ruega por nosotros.
Santa María de la ternura, ruega por nosotros.
La que abraza a los que estàn solos, ruega por nosotros.
La que va en las pateras, ruega por nosotros.
La que es memoria de los olvidados, ruega por nosotros.
La que està con el corazón traspasado, ruega por nosotros.
La que compartió la cruz de su Hijo, ruega por nosotros.
Santa María del Magníficat, ruega por nosotros.
La alegre esclava del Señor, ruega por nosotros.
La que es icono del Misterio, ruega por nosotros.
La que es causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
La que es espejo del Evangelio, ruega por nosotros.
La que es modelo de fraternidad, ruega por nosotros.
Santa María de la Buena Noticia, ruega por nosotros.
La que arma lío por seguir a Jesús, ruega por nosotros.
La que no se cansa en el camino, ruega por nosotros.
La que no arroja la toalla en la dificultad, ruega por nosotros.
La que vive habitada por El Espíritu Santo, ruega por nosotros.
La reina de la paz, ruega por nosotros.
Protectora de los perseguidos, ruega por nosotros.
Protectora de los refugiados, ruega por nosotros.
Protectora de los inmigrantes, ruega por nosotros.
Protectora de la humanidad, ruega por nosotros.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018
PREGHIERA
2. Oración del Papa a la Virgen de Loreto
Santo Padre Benedicto XVI, Santo Padre Benedicto XVI
María, Madre del sí, tú escuchaste a Jesús
y conoces el timbre de su voz
y el latido de su corazón.
Estrella de la mañana, hàblanos de èl
y descríbenos tu camino
para seguirlo por la senda de la fe.
María, que en Nazaret habitaste con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer
la Palabra en opciones de auténtica libertad.
María, hàblanos de Jesús, para que el frescor
de nuestra fe brille en nuestros ojos
y caliente el corazón de aquellos
con quienes nos encontremos,
como tú hiciste al visitar a Isabel,
que en su vejez se alegró contigo
por el don de la vida.
María, Virgen del Magníficat
ayúdanos a llevar la alegría al mundo
y, como en Canà, impulsa a todos los jóvenes
comprometidos en el servicio a los hermanos
a hacer sólo lo que Jesús les diga.
María, dirige tu mirada al àgora de los jóvenes,
para que sea el terreno fecundo de la Iglesia italiana.
Ora para que Jesús, muerto y resucitado,
renazca en nosotros
y nos transforme en una noche llena de luz,
llena de èl.
María, Virgen de Loreto, puerta del cielo,
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas.
Queremos ver a Jesús, hablar con èl
y anunciar a todos su amor.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007
PREGHIERA
3. Oración del Pàrroco a María Santísima
Congregación para el Clero, El presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial
Oh María, Madre de Jesucristo, Crucificado y Resucitado,
Madre de la Iglesia, pueblo sacerdotal (1 Pe 2,9),
Madre de los sacerdotes, ministros de tu Hijo:
acoge el humilde ofrecimiento de mí mismo,
para que en mi misión pastoral
pueda anunciar la infinita misericordia
del Sumo y Eterno Sacerdote:
oh "Madre de misericordia".
Tú que has compartido con tu Hijo,
su «obediencia sacerdotal» (Heb 10,5-7; Lc 1,38),
y has preparado para èl un cuerpo (Heb 10,7)
en la unción del Espíritu Santo,
introduce mi vida sacerdotal en el misterio inefable
de tu divina maternidad,
oh "Santa Madre de Dios".
Dame fuerza en las horas oscuras de la vida,
confórtame en la fatiga de mi ministerio
que tu Jesús me ha confiado,
para que, en comunión Contigo, pueda llevarlo a cabo
con fidelidad y amor,
oh Madre del Eterno Sacerdote,
«Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros».
Tú que has acompañado silenciosamente a Jesús
en su misión de anunciar
el Evangelio de paz a los pobres,
hazme fiel a la grey
que el Buen Pastor me ha confiado.
Haz que yo pueda guiarla siempre
con sentimientos de paciencia, de dulzura
de firmeza y amor,
en la predilección por los enfermos,
por los pequeños, por los pobres, por los pecadores,
oh "Madre Auxiliadora del Pueblo cristiano".
A Ti me consagro y confío, oh María,
que, junto a la Cruz de tu Hijo,
has sido hecha partícipe de su obra redentora,
«unida con lazo indisoluble a la obra de la salvación».
Haz que, en el ejercicio de mi ministerio,
pueda sentir siempre màs
«la dimensión espléndida y penetrante de tu cercanía»
en todo momento de mi vida,
en la oración y en la acción,
en la alegría y en el dolor, en el cansancio y en el descanso,
oh "Madre de la Confianza".
Concédeme oh Madre, que en la celebración de la Eucaristía,
centro y fuente del ministerio sacerdotal,
pueda vivir mi cercanía a Jesús
en tu cercanía materna,
porque «cuando celebramos la Santa Misa tú estàs junto a nosotros»
y nos introduces en el misterio de la ofrenda redentora de tu divino Hijo,
oh «Mediadora de las gracias que brotan de esta ofrenda para la Iglesia y para todos los fieles»
oh "Madre del Salvador".
Oh María: deseo poner mi persona,
mi voluntad de ser santo,
bajo tu protección e inspiración materna
para que Tú me guíes
hacia aquella "conformación con Cristo, Cabeza y Pastor"
que requiere el ministerio de pàrroco.
Haz que yo tome conciencia
de que "Tú estàs siempre junto a todo sacerdote",
en su misión de ministro
del Único Mediador Jesucristo:
Oh "Madre de los Sacerdotes",
"Socorro y Mediadora"
de todas las gracias.
Amén
inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007
PREGHIERA
4. María, Madre de la esperanza
Juan Pablo II, Ecclesia in Europa
María, Madre de la esperanza,
¡camina con nosotros!
Enséñanos a proclamar al Dios vivo;
ayúdanos a dar testimonio de Jesús,
el único Salvador;
haznos serviciales con el prójimo,
acogedores de los pobres, artífices de justicia,
constructores apasionados
de un mundo màs justo;
intercede por nosotros que actuamos
en la historia
convencidos de que el designio
del Padre se cumplirà.
Aurora de un mundo nuevo,
¡muéstrate Madre de la esperanza
y vela por nosotros!
Vela por la Iglesia en Europa:
que sea trasparencia del Evangelio;
que sea auténtico lugar de comunión;
que viva su misión
de anunciar, celebrar y servir
el Evangelio de la esperanza
para la paz y la alegría de todos.
Reina de la Paz,
¡protege la humanidad del tercer milenio!
Vela por todos los cristianos:
que prosigan confiados por la vía de la unidad,
como fermento
para la concordia del Continente.
Vela por los jóvenes,
esperanza del mañana:
que respondan generosamente
a la llamada de Jesús;
Vela por los responsables de las naciones:
que se empeñen en construir una casa común,
en la que se respeten la dignidad
y los derechos de todos.
María, ¡danos a Jesús!
¡Haz que lo sigamos y amemos!
Él es la esperanza de la Iglesia,
de Europa y de la humanidad.
Él vive con nosotros,
entre nosotros, en su Iglesia.
Contigo decimos
«Ven, Señor Jesús» (Ap 22,20):
Que la esperanza de la gloria
infundida por Él en nuestros corazones
dé frutos de justicia y de paz.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006
PREGHIERA
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Ecclesia in Asia"
Oh Madre santa, Hija del Altísimo,
Virgen Madre del Salvador y Madre nuestra,
dirige tu mirada, llena de ternura, hacia la Iglesia
que tu Hijo ha plantado en tierra de Asia.
Sé tu su guía y modelo,
mientras prosigue la misión
de amor y servicio de tu Hijo en Asia.
Tú aceptaste plena y libremente
la invitación del Padre a ser Madre de Dios;
enséñanos a vaciar
nuestro corazón de todo lo que no es Dios,
para que también nosotros nos llenemos
del Espíritu Santo.
Tú contemplaste los misterios
de la voluntad de Dios
en el silencio de tu corazón;
ayúdanos a discernir
los signos de la poderosa mano de Dios.
Tú te apresuraste a visitar a Isabel
para ayudarle en los días de su espera;
obtén para nosotros
ese mismo celo y espíritu de servicio
en la tarea de la evangelización.
Tú elevaste tu voz
para cantar las alabanzas del Señor;
guíanos en el gozoso anuncio de la fe
en Cristo Salvador.
Tú tuviste compasión
de los necesitados
e imploraste en su nombre a tu Hijo;
enséñanos a no tener miedo de hablar
del mundo a Jesús y de Jesús al mundo.
Tú estuviste al pie de la cruz,
cuando tu Hijo exhaló su último suspiro;
acompàñanos mientras tratamos de estar unidos,
en el espíritu y en el servicio, a los que sufren.
Tú oraste con los discípulos en el cenàculo;
ayúdanos a esperar el don del Espíritu,
para ir a dondequiera que èl nos lleve.
Protege a la Iglesia
de todas las fuerzas que la amenazan.
Ayúdala a ser imagen verdadera
de la santísima Trinidad.
Intercede para que,
mediante el servicio prestado con amor
por la Iglesia,
todos los pueblos de Asia puedan llegar a conocer
a tu Hijo Jesucristo,
único Salvador del mundo,
y a saborear así el gozo de la vida
en su plenitud.
Oh María, Madre de la nueva creación
y Madre de Asia
ruega por nosotros, tus hijos, ahora y siempre.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006
PREGHIERA
6. Oración a JesuCristo por las familias de América
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Ecclesia in America"
Señor Jesucristo, te agradecemos
que el Evangelio del Amor del Padre,
con el que Tú viniste a salvar al mundo,
haya sido proclamado ampliamente en América
como don del Espíritu Santo
que hace florecer nuestra alegría.
Te damos gracias por la ofrenda de tu vida,
que nos entregaste amàndonos hasta el extremo,
y nos hace hijos de Dios
y hermanos entre nosotros.
Aumenta, Señor, nuestra fe y amor a ti,
que estàs presente
en tantos sagrarios del Continente.
Concédenos ser fieles testigos de tu Resurrección
ante las nuevas generaciones de América,
para que conociéndote te sigan
y encuentren en ti su paz y su alegría.
Sólo así podràn sentirse hermanos
de todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
Tú, que al hacerte hombre
quisiste ser miembro de una familia humana,
enseña a las familias
las virtudes que resplandecieron
en la casa de Nazaret.
Haz que permanezcan unidas,
como Tú y el Padre sois Uno,
y sean vivo testimonio de amor,
de justicia y solidaridad;
que sean escuela de respeto,
de perdón y mutua ayuda,
para que el mundo crea;
que sean fuente de vocaciones
al sacerdocio,
a la vida consagrada
y a las demàs formas
de intenso compromiso cristiano.
Protege a tu Iglesia y al Sucesor de Pedro,
a quien Tú, Buen Pastor, has confiado
la misión de apacentar todo tu rebaño.
Haz que tu Iglesia florezca en América
y multiplique sus frutos de santidad.
Enséñanos a amar a tu Madre, María,
como la amaste Tú.
Danos fuerza para anunciar con valentía tu Palabra
en la tarea de la nueva evangelización,
para corroborar la esperanza en el mundo.
¡Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América,
ruega por nosotros!
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006
PREGHIERA
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Pastores Dabo Vobis"
Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.
Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.
Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.
Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenàculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.
Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida
y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. Amén.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006
PREGHIERA
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Christifideles Laici"
Oh Virgen santísima
Madre de Cristo y Madre de la Iglesia,
con alegría y admiración
nos unimos a tu Magnificat,
a tu canto de amor agradecido.
Contigo damos gracias a Dios,
«cuya misericordia se extiende
de generación en generación»,
por la espléndida vocación
y por la multiforme misión
confiada a los fieles laicos,
por su nombre llamados por Dios
a vivir en comunión de amor
y de santidad con Él
y a estar fraternalmente unidos
en la gran familia de los hijos de Dios,
enviados a irradiar la luz de Cristo
y a comunicar el fuego del Espíritu
por medio de su vida evangélica
en todo el mundo.
Virgen del Magnificat,
llena sus corazones
de reconocimiento y entusiasmo
por esta vocación y por esta misión.
Tú que has sido,
con humildad y magnanimidad,
«la esclava del Señor»,
danos tu misma disponibilidad
para el servicio de Dios
y para la salvación del mundo.
Abre nuestros corazones
a las inmensas perspectivas
del Reino de Dios
y del anuncío del Evangelio
a toda criatura.
En tu corazón de madre
estàn siempre presentes los muchos peligros
y los muchos males
que aplastan a los hombres y mujeres
de nuestro tiempo.
Pero también estàn presentes
tantas iniciativas de bien,
las grandes aspiraciones a los valores,
los progresos realizados
en el producir frutos abundantes de salvación.
Virgen valiente,
inspira en nosotros fortaleza de ànimo
y confianza en Dios,
para que sepamos superar
todos los obstàculos que encontremos
en el cumplimiento de nuestra misión.
Enséñanos a tratar las realidades del mundo
con un vivo sentido de responsabilidad cristiana
y en la gozosa esperanza
de la venida del Reino de Dios,
de los nuevos cielos y de la nueva tierra.
Tú que junto a los Apóstoles
has estado en oración
en el Cenàculo
esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,
invoca su renovada efusión
sobre todos los fieles laicos, hombres y mujeres,
para que correspondan plenamente
a su vocación y misión,
como sarmientos de la verdadera vid,
llamados a dar mucho fruto
para la vida del mundo.
Virgen Madre,
guíanos y sosténnos para que vivamos siempre
como auténticos hijos
e hijas de la Iglesia de tu Hijo
y podamos contribuir a establecer sobre la tierra
la civilización de la verdad y del amor,
según el deseo de Dios
y para su gloria.
Amén.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006