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1. Carta de amor de Dios para ti
Hijito mío:
Puede ser que tú no me conozcas, pero Yo sé todo acerca de tí, Yo sé cuando te sientas y cuando te levantas, todos tus caminos me son conocidos, conozco cuàntos cabellos hay en tu cabeza pues fuiste hecho a mi imagen. Te conocí desde antes que fueses concebido, te escogí cuando planifiqué la creación, tú no fuiste un error, pues todos tus días estàn escritos en mi Libro, fuiste hecho maravillosamente,Yo te formé en el vientre de tu madre y te saqué de las entrañas de tu madre el día en que naciste.
He sido mal presentado por los que no me conocen, Yo no estoy distante ni enojado, sino que soy la completa expresión del amor, manifestado en mi Hijo, Jesús... Y es mi deseo amarte, simplemente, porque fuiste creado para ser mi hijo y para que Yo sea tu Padre.
Yo soy tu Proveedor y suplo todas tus necesidades, mi plan para tu futuro està lleno de esperanza porque te amo con amor eterno. Mis pensamientos hacia tí son incontables, como la arena del mar, Yo estoy en medio de tí y te salvaré; me gozaré sobre tí con alegría. Nunca dejaré de hacerte bien, si oyes mi palabra y la guardas, seràs mi especial tesoro.
Deseo plantarte con todo mi corazón y con toda mi alma, deseo mostrarte cosas grandes y maravillosas, si me buscas con todo el corazón, me encontraràs... Deléitate en mí y Yo te concederé los deseos de tu corazón, porque Yo soy el que pongo en tí el querer como el hacer, soy poderoso para hacer en tí mucho màs de lo que tú te imaginas.
Soy el Padre que te consuela en todas tus tribulaciones, Yo estoy cercano a tí cuando tu corazón està quebrantado. Te noto a veces tan distante de mí, que he sentido miedo de perderte para siempre. Ayer te vi muy triste y quise arrancar de ti esa angustia, lo grité a los cuatro vientos pero no me buscaste. Te vi ayer hablando con tus amigos, te vi comer fuera de hora, y recorrí contigo la calle de tu casa, quise mirar con tus ojos eso que guardas y que te provoca tanta nostalgia, y quise que tú me escucharas pero no lo hiciste, y así esperé todo el día.
Al llegar la noche te di una hermosa puesta de sol para cerrar tu día, y una suave brisa para tu descanso. Después de un día tan agitado, esperé, pero nunca viniste. Te vi dormir anoche y quise tocar tu frente, envié rayos de luna que se reflejaron en tu casa para ver si te despertabas conmigo, pero seguías en tu sueño.
Te hablo al oído a través de las hojas de los àrboles y el olor de las flores, te grito en los riachuelos de la montaña, doy a los pajaritos canto de amor solo para ti. Te visto con el calor del sol y te perfumo el aire con el aroma de la naturaleza. Me escucharàs cuando hagas silencio en tu interior, te intento guiar moviendo en ti buenos deseos, déjate llevar por ellos. No estoy en el màs allà... estoy en tu corazón. Regàlale una mirada de amor a todo el que te rodea y me descubriràs a cada instante.
Hoy busqué alguien que me prestó sus manos para escribirte, en adelante escribiré en tu corazón si me lo permites, solo dime Si... yo se que es duro vivir en este mundo, realmente lo se, pero si confías en mi, a partir de hoy tendràs nuevas fuerzas. Habla conmigo, desahoga tus angustias y ansiedades que yo siempre tengo tiempo para ti, cuéntamelo todo, llora si quieres, soplaré tus làgrimas para acariciar tu rostro.
Llàmame a cualquier hora del día o de la noche, que yo nunca duermo, y siempre te responderé. Si puedes caminar y mirar con amor el universo, con humildad tu rostro en el espejo, con ternura aquel que te sonríe, con misericordia aquel que te pide compasión, y con perdón aquel que te hizo llorar... mi voz seràn tus pensamientos.
Como el pastor carga a su oveja, Yo te he llevado cerca de mi corazón, un día quitaré toda làgrima de tus ojos y todo el dolor que has sufrido en la tierra. Yo te amo tanto, que envié a mi Hijo, Jesús, para que tengas vida eterna, porque en Jesús es revelado mi amor por tí, Él es la representación exacta de mi ser, Él vino a demostrarte que Yo estoy por tí, no contra tí y para decirte que no me acordaré màs de tus pecados. Jesús murió para que tú te reconciliaras conmigo, su muerte fue la màxima expresión de mi amor por tí... Yo lo di todo por ganar tu amor...
Ven a casa y celebraré la fiesta màs grande que el cielo haya visto jamàs... Yo siempre he sido y siempre seré... Padre, mi pregunta para tí es... ¿Quieres ser mi hijo?... Estoy con los brazos abiertos esperando por tí, Solo tienes que recibir a mi Hijo, Jesús, en tu corazón.
Te abrazo y no me despido, porque sigo a tu lado... ¡TE AMO!
Atentamente: Papà Dios.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018
TESTO
Chiara Lubich, Congreso Eucarístico de Pescara -Italia- el 15/09/1977
Las palabras del Evangelio son únicas, fascinantes y admirables,
pueden traducirse en vida,
son luz para todo hombre que viene a este mundo
y, por consiguiente, universales.
Viviéndolas, todo cambia:
la relación con Dios, con el prójimo, con los enemigos.
Estas palabras le dan su justo lugar a todos los valores
y apartan todas las cosas,
también al padre, a la madre, a los hermanos, el propio trabajo...
para poner a Dios en el primer lugar del corazón del hombre.
Y, por consiguiente, contiene promesas extraordinarias:
cien veces en esta vida, y la vida eterna.
Jesús actúa de Dios.
Por poco que des te colma de dones.
No existe situación humana
que no encuentre respuesta explícita o implícita
en aquel pequeño libro que contiene las palabras de Dios.
Las nuevas y exultantes experiencias evangélicas
pasan de boca en boca.
Son un pequeño eco de las palabras de los Apóstoles:
“Cristo ha resucitado”.
Aquí se dice: “¡Cristo està vivo!”.
inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018