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TESTO

1. Letanías a la Virgen María

Fernando Cordero, “María, la primera en armar lío”, San Pablo, Madrid 2016, pp. 60-62

Santa María de la alegría, ruega por nosotros.
La mujer que escucha la Palabra, ruega por nosotros.
La que encarna las bienaventuranzas, ruega por nosotros.

La que sirve y canta las maravillas de Dios, ruega por nosotros.
La que acompaña a quienes la necesitan, ruega por nosotros.

La que es rica en su pobreza, ruega por nosotros.

Santa María de la sonrisa, ruega por nosotros.
La que alegra el corazón de los pobres, ruega por nosotros.
La que tiene entrañas de misericordia, ruega por nosotros.
La que es fiel hasta la muerte, ruega por nosotros.
La que camina con el pueblo, ruega por nosotros.

La que sostiene al que cae, ruega por nosotros.

Santa María de la ternura, ruega por nosotros.
La que abraza a los que estàn solos, ruega por nosotros.
La que va en las pateras, ruega por nosotros.
La que es memoria de los olvidados, ruega por nosotros.
La que està con el corazón traspasado, ruega por nosotros.

La que compartió la cruz de su Hijo, ruega por nosotros.

Santa María del Magníficat, ruega por nosotros.
La alegre esclava del Señor, ruega por nosotros.
La que es icono del Misterio, ruega por nosotros.
La que es causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
La que es espejo del Evangelio, ruega por nosotros.

La que es modelo de fraternidad, ruega por nosotros.

Santa María de la Buena Noticia, ruega por nosotros.
La que arma lío por seguir a Jesús, ruega por nosotros.
La que no se cansa en el camino, ruega por nosotros.

La que no arroja la toalla en la dificultad, ruega por nosotros.

La que vive habitada por El Espíritu Santo, ruega por nosotros.

La reina de la paz, ruega por nosotros.
Protectora de los perseguidos, ruega por nosotros.
Protectora de los refugiados, ruega por nosotros.
Protectora de los inmigrantes, ruega por nosotros.
Protectora de la humanidad, ruega por nosotros.

maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

PREGHIERA

2. Ven Espíritu Santo - Secuencia

Sequencia de Pentecostés, Sequencia de Pentecostés

VEN, ESPÍRITU SANTO,
ENVÍA UN RAYO DE TU LUZ.

Ven, padre de los pobres,
ven, luz del corazón.
Ven, consolador buenísimo,
dulce huésped del alma.

Ven, dulce refrigerio,
en la fatiga tú eres descanso.
En el calor tú eres nuestro alivio,
en el llanto eres consuelo.

Oh luz dichosísima
inunda de tu resplandor
lo íntimo del corazón de tus fieles,

llega hasta el fondo del alma.

Sin tu luz nada hay puro en el hombre,
nada hay inocente.
Mira la fuerza del pecado
cuando tú no estàs con nosotros.

Lava lo que està sucio,
riega lo que està àrido.
Sana lo que està enfermo.
Convierte al duro y al rígido.

Inflama lo que està tibio,
encamina al que se ha extraviado.
Danos tus siete dones,
danos tu amor y tu alegría.

Danos virtud y premio,
danos la alegría de la salvación.
Danos una muerte santa,

danos el gozo eterno.

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA

pentecostes

inviato da Qumran2, inserito en fecha 28/05/2009

PREGHIERA

3. Ven Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
y envía del Cielo
un rayo de tu luz.

Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.

Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.

Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.

¡Oh luz santísima!
llena lo màs íntimo
de los corazones de tus fieles.

Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.

Lava lo que està manchado,
riega lo que està àrido,
sana lo que està herido.

Dobla lo que està rígido,
calienta lo que està frío,
endereza lo que està extraviado.

Concede a tus fieles,
que en Ti confían
tus siete sagrados dones.

Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.

pentecostes

inviato da Qumran2, inserito en fecha 28/05/2009

PREGHIERA

4. Oración del Pàrroco a María Santísima

Congregación para el Clero, El presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial

Oh María, Madre de Jesucristo, Crucificado y Resucitado,
Madre de la Iglesia, pueblo sacerdotal (1 Pe 2,9),
Madre de los sacerdotes, ministros de tu Hijo:
acoge el humilde ofrecimiento de mí mismo,
para que en mi misión pastoral
pueda anunciar la infinita misericordia
del Sumo y Eterno Sacerdote:

oh "Madre de misericordia".

Tú que has compartido con tu Hijo,
su «obediencia sacerdotal» (Heb 10,5-7; Lc 1,38),
y has preparado para èl un cuerpo (Heb 10,7)
en la unción del Espíritu Santo,
introduce mi vida sacerdotal en el misterio inefable
de tu divina maternidad,

oh "Santa Madre de Dios".

Dame fuerza en las horas oscuras de la vida,
confórtame en la fatiga de mi ministerio
que tu Jesús me ha confiado,
para que, en comunión Contigo, pueda llevarlo a cabo
con fidelidad y amor,
oh Madre del Eterno Sacerdote,

«Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros».

Tú que has acompañado silenciosamente a Jesús
en su misión de anunciar
el Evangelio de paz a los pobres,
hazme fiel a la grey

que el Buen Pastor me ha confiado.

Haz que yo pueda guiarla siempre
con sentimientos de paciencia, de dulzura
de firmeza y amor,
en la predilección por los enfermos,
por los pequeños, por los pobres, por los pecadores,

oh "Madre Auxiliadora del Pueblo cristiano".

A Ti me consagro y confío, oh María,
que, junto a la Cruz de tu Hijo,
has sido hecha partícipe de su obra redentora,

«unida con lazo indisoluble a la obra de la salvación».

Haz que, en el ejercicio de mi ministerio,
pueda sentir siempre màs
«la dimensión espléndida y penetrante de tu cercanía»
en todo momento de mi vida,
en la oración y en la acción,

en la alegría y en el dolor, en el cansancio y en el descanso,

oh "Madre de la Confianza".

Concédeme oh Madre, que en la celebración de la Eucaristía,
centro y fuente del ministerio sacerdotal,
pueda vivir mi cercanía a Jesús
en tu cercanía materna,

porque «cuando celebramos la Santa Misa tú estàs junto a nosotros»

y nos introduces en el misterio de la ofrenda redentora de tu divino Hijo,

oh «Mediadora de las gracias que brotan de esta ofrenda para la Iglesia y para todos los fieles»
oh "Madre del Salvador".

Oh María: deseo poner mi persona,
mi voluntad de ser santo,
bajo tu protección e inspiración materna
para que Tú me guíes
hacia aquella "conformación con Cristo, Cabeza y Pastor"

que requiere el ministerio de pàrroco.

Haz que yo tome conciencia
de que "Tú estàs siempre junto a todo sacerdote",
en su misión de ministro
del Único Mediador Jesucristo:
Oh "Madre de los Sacerdotes",
"Socorro y Mediadora"

de todas las gracias.

Amén

parroco sacerdote maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007

PREGHIERA

5. María, Madre de la esperanza

Juan Pablo II, Ecclesia in Europa

María, Madre de la esperanza,
¡camina con nosotros!

Enséñanos a proclamar al Dios vivo;
ayúdanos a dar testimonio de Jesús,
el único Salvador;
haznos serviciales con el prójimo,
acogedores de los pobres, artífices de justicia,
constructores apasionados
de un mundo màs justo;
intercede por nosotros que actuamos
en la historia
convencidos de que el designio
del Padre se cumplirà.

Aurora de un mundo nuevo,
¡muéstrate Madre de la esperanza
y vela por nosotros!

Vela por la Iglesia en Europa:
que sea trasparencia del Evangelio;
que sea auténtico lugar de comunión;
que viva su misión
de anunciar, celebrar y servir
el Evangelio de la esperanza
para la paz y la alegría de todos.
Reina de la Paz,

¡protege la humanidad del tercer milenio!

Vela por todos los cristianos:
que prosigan confiados por la vía de la unidad,
como fermento
para la concordia del Continente.

Vela por los jóvenes,
esperanza del mañana:
que respondan generosamente

a la llamada de Jesús;

Vela por los responsables de las naciones:
que se empeñen en construir una casa común,
en la que se respeten la dignidad
y los derechos de todos.

María, ¡danos a Jesús!
¡Haz que lo sigamos y amemos!
Él es la esperanza de la Iglesia,
de Europa y de la humanidad.

Él vive con nosotros,
entre nosotros, en su Iglesia.
Contigo decimos
«Ven, Señor Jesús» (Ap 22,20):
Que la esperanza de la gloria
infundida por Él en nuestros corazones
dé frutos de justicia y de paz.

Maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

6. Madre de los sacerdotes

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Pastores Dabo Vobis"

Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.

Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.

Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.

Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenàculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.

Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida
y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. Amén.

sacerdotes María sacerdotes

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

TESTO

7. Oración para el tercero año de preparación del Gran Jubileo del 2000

Juan Pablo II, Juan Pablo II

1. Bendito seas, Padre,
que en tu infinito amor
nos has dado a tu Hijo unigénito,
hecho carne por obra del Espíritu Santo
en el seno purísimo de la Virgen María
y nacido en Belén hace dos mil años.
Él se hizo nuestro compañero de viaje
y Dio nuevo significado a la historia,
que es un camino recorrido juntos
en las penas y los sufrimientos,
en la fidelidad y el amor,
hacia los cielos nuevos y la tierra nueva
en los cuales Tú,

vencida la muerte, seràs todo en todos.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

2. Que por tu gracia, Padre, el Año jubilar
sea un tiempo de conversión profunda
y de gozoso retorno a ti;
que sea un tiempo de reconciliación entre los hombres
y de nueva concordia entre las naciones;
un tiempo en que las espadas se cambien por arados
y al ruido de las armas le sigan los cantos de la paz.
Concédenos, Padre, poder vivir el Año jubilar
dóciles a la voz del Espíritu,
fieles en el seguimiento de Cristo,
asiduos en la escucha de la Palabra

y en el acercarnos a las fuentes de la gracia.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

3. Sostén, Padre, con la fuerza del Espíritu,
los esfuerzos de la Iglesia en la nueva evangelización
y guía nuestros pasos por los caminos del mundo,
para anunciar a Cristo con la propia vida
orientando nuestra peregrinación terrena
hacia la Ciudad de la luz.
Que los discípulos de Jesús brillen por su amor
hacia los pobres y oprimidos;
que sean solidarios con los necesitados
y generosos en las obras de misericordia;
que sean indulgentes con los hermanos

para alcanzar de ti ellos mismos indulgencia y perdón.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

4. Concede, Padre, que los discípulos de tu Hijo,
purificada la memoria y reconocidas las propias culpas,
sean una sola cosa para que el mundo crea.
Se extienda el diàlogo
entre los seguidores de las grandes religiones
y todos los hombres descubran la alegría
de ser hijos tuyos.
A la voz suplicante de María,
Madre de todos los hombres,
se unan las voces orantes
de los apóstoles y de los màrtires cristianos,
de los justos de todos los pueblos
y de todos los tiempos,
para que el Año santo sea para cada uno
y para la Iglesia

causa de renovada esperanza y de gozo en el Espíritu.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!

5. A ti, Padre omnipotente,
origen del cosmos y del hombre,
por Cristo, el que vive,
Señor del tiempo y de la historia,
en el Espíritu que santifica el universo,
alabanza, honor y gloria
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

"Dios padre"

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006