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TESTO

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inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

TESTO

2. Letanías a la Virgen María

Fernando Cordero, “María, la primera en armar lío”, San Pablo, Madrid 2016, pp. 60-62

Santa María de la alegría, ruega por nosotros.
La mujer que escucha la Palabra, ruega por nosotros.
La que encarna las bienaventuranzas, ruega por nosotros.

La que sirve y canta las maravillas de Dios, ruega por nosotros.
La que acompaña a quienes la necesitan, ruega por nosotros.

La que es rica en su pobreza, ruega por nosotros.

Santa María de la sonrisa, ruega por nosotros.
La que alegra el corazón de los pobres, ruega por nosotros.
La que tiene entrañas de misericordia, ruega por nosotros.
La que es fiel hasta la muerte, ruega por nosotros.
La que camina con el pueblo, ruega por nosotros.

La que sostiene al que cae, ruega por nosotros.

Santa María de la ternura, ruega por nosotros.
La que abraza a los que estàn solos, ruega por nosotros.
La que va en las pateras, ruega por nosotros.
La que es memoria de los olvidados, ruega por nosotros.
La que està con el corazón traspasado, ruega por nosotros.

La que compartió la cruz de su Hijo, ruega por nosotros.

Santa María del Magníficat, ruega por nosotros.
La alegre esclava del Señor, ruega por nosotros.
La que es icono del Misterio, ruega por nosotros.
La que es causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
La que es espejo del Evangelio, ruega por nosotros.

La que es modelo de fraternidad, ruega por nosotros.

Santa María de la Buena Noticia, ruega por nosotros.
La que arma lío por seguir a Jesús, ruega por nosotros.
La que no se cansa en el camino, ruega por nosotros.

La que no arroja la toalla en la dificultad, ruega por nosotros.

La que vive habitada por El Espíritu Santo, ruega por nosotros.

La reina de la paz, ruega por nosotros.
Protectora de los perseguidos, ruega por nosotros.
Protectora de los refugiados, ruega por nosotros.
Protectora de los inmigrantes, ruega por nosotros.
Protectora de la humanidad, ruega por nosotros.

maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

PREGHIERA

3. Oración a la Sagrada Familia

Papa Francisco, Amoris laetitia: Exhortación Apostólica sobre el amor en la familia (19 de marzo de 2016)

Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenàculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,
que nunca màs haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,
haz tomar conciencia a todos
del caràcter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica.

Amén.

familiasancta familia

inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

TESTO

4. El evangelio

Chiara Lubich, Congreso Eucarístico de Pescara -Italia- el 15/09/1977

Las palabras del Evangelio son únicas, fascinantes y admirables,
pueden traducirse en vida,
son luz para todo hombre que viene a este mundo
y, por consiguiente, universales.
Viviéndolas, todo cambia:
la relación con Dios, con el prójimo, con los enemigos.
Estas palabras le dan su justo lugar a todos los valores
y apartan todas las cosas,

también al padre, a la madre, a los hermanos, el propio trabajo...
para poner a Dios en el primer lugar del corazón del hombre.
Y, por consiguiente, contiene promesas extraordinarias:
cien veces en esta vida, y la vida eterna.
Jesús actúa de Dios.
Por poco que des te colma de dones.
No existe situación humana
que no encuentre respuesta explícita o implícita
en aquel pequeño libro que contiene las palabras de Dios.
Las nuevas y exultantes experiencias evangélicas
pasan de boca en boca.
Son un pequeño eco de las palabras de los Apóstoles:
“Cristo ha resucitado”.
Aquí se dice: “¡Cristo està vivo!”.

evangelio

inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

PREGHIERA

5. Oración para las personas de vida consagrada

Juan Pablo II, Jubileo de la Vida Consagrada, 2 de febrero de 2000

Virgen María, Madre de Cristo
y de la Iglesia,
dirige tu mirada
a los hombres y mujeres
que tu Hijo ha llamado
a seguirlo
en la total consagración
a su amor:
que se dejen guiar siempre
por el Espíritu;
que sean incansables
en su entrega
y en su servicio al Señor,
para que sean testigos fieles
de la alegría
que brota del Evangelio
y heraldos de la Verdad
que guía al hombre
a los manantiales
de la Vida inmortal.
Amén.

consagradas

inviato da Qumran2, inserito en fecha 14/03/2009

PREGHIERA

6. Oración para la Iglesia en África

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Ecclesia in Africa"

¡Oh María!, Madre de Dios
y Madre de la Iglesia,
gracias a ti, en el día de la Anunciación,
al alba de los tiempos nuevos,
todo el género humano, con sus culturas,
se alegró de descubrir

que podía recibir el Evangelio.

En vísperas de un nuevo Pentecostés
para la Iglesia en África,
Madagascar e islas adyacentes,
el Pueblo de Dios con sus Pastores
se dirige a ti y contigo implora:
que la efusión del Espíritu Santo
haga de las culturas africanas
lugares de comunión en la diversidad,
transformando a los habitantes
de este gran continente
en generosos hijos de la Iglesia,
que es Familia del Padre,
Fraternidad del Hijo,
Imagen de la Trinidad,
germen e inicio en la tierra
de aquel Reino eterno
que tendrà su plenitud
en la Ciudad cuyo constructor es Dios:

Ciudad de justicia, de amor y de paz.

* Oración que los Obispos compusieron al final de la sesión de trabajo del
Sínodo en Roma

inserito en fecha 03/04/2008

PREGHIERA

7. Oración del Pàrroco a María Santísima

Congregación para el Clero, El presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial

Oh María, Madre de Jesucristo, Crucificado y Resucitado,
Madre de la Iglesia, pueblo sacerdotal (1 Pe 2,9),
Madre de los sacerdotes, ministros de tu Hijo:
acoge el humilde ofrecimiento de mí mismo,
para que en mi misión pastoral
pueda anunciar la infinita misericordia
del Sumo y Eterno Sacerdote:

oh "Madre de misericordia".

Tú que has compartido con tu Hijo,
su «obediencia sacerdotal» (Heb 10,5-7; Lc 1,38),
y has preparado para èl un cuerpo (Heb 10,7)
en la unción del Espíritu Santo,
introduce mi vida sacerdotal en el misterio inefable
de tu divina maternidad,

oh "Santa Madre de Dios".

Dame fuerza en las horas oscuras de la vida,
confórtame en la fatiga de mi ministerio
que tu Jesús me ha confiado,
para que, en comunión Contigo, pueda llevarlo a cabo
con fidelidad y amor,
oh Madre del Eterno Sacerdote,

«Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros».

Tú que has acompañado silenciosamente a Jesús
en su misión de anunciar
el Evangelio de paz a los pobres,
hazme fiel a la grey

que el Buen Pastor me ha confiado.

Haz que yo pueda guiarla siempre
con sentimientos de paciencia, de dulzura
de firmeza y amor,
en la predilección por los enfermos,
por los pequeños, por los pobres, por los pecadores,

oh "Madre Auxiliadora del Pueblo cristiano".

A Ti me consagro y confío, oh María,
que, junto a la Cruz de tu Hijo,
has sido hecha partícipe de su obra redentora,

«unida con lazo indisoluble a la obra de la salvación».

Haz que, en el ejercicio de mi ministerio,
pueda sentir siempre màs
«la dimensión espléndida y penetrante de tu cercanía»
en todo momento de mi vida,
en la oración y en la acción,

en la alegría y en el dolor, en el cansancio y en el descanso,

oh "Madre de la Confianza".

Concédeme oh Madre, que en la celebración de la Eucaristía,
centro y fuente del ministerio sacerdotal,
pueda vivir mi cercanía a Jesús
en tu cercanía materna,

porque «cuando celebramos la Santa Misa tú estàs junto a nosotros»

y nos introduces en el misterio de la ofrenda redentora de tu divino Hijo,

oh «Mediadora de las gracias que brotan de esta ofrenda para la Iglesia y para todos los fieles»
oh "Madre del Salvador".

Oh María: deseo poner mi persona,
mi voluntad de ser santo,
bajo tu protección e inspiración materna
para que Tú me guíes
hacia aquella "conformación con Cristo, Cabeza y Pastor"

que requiere el ministerio de pàrroco.

Haz que yo tome conciencia
de que "Tú estàs siempre junto a todo sacerdote",
en su misión de ministro
del Único Mediador Jesucristo:
Oh "Madre de los Sacerdotes",
"Socorro y Mediadora"

de todas las gracias.

Amén

parroco sacerdote maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007

PREGHIERA

8. María, Madre de la esperanza

Juan Pablo II, Ecclesia in Europa

María, Madre de la esperanza,
¡camina con nosotros!

Enséñanos a proclamar al Dios vivo;
ayúdanos a dar testimonio de Jesús,
el único Salvador;
haznos serviciales con el prójimo,
acogedores de los pobres, artífices de justicia,
constructores apasionados
de un mundo màs justo;
intercede por nosotros que actuamos
en la historia
convencidos de que el designio
del Padre se cumplirà.

Aurora de un mundo nuevo,
¡muéstrate Madre de la esperanza
y vela por nosotros!

Vela por la Iglesia en Europa:
que sea trasparencia del Evangelio;
que sea auténtico lugar de comunión;
que viva su misión
de anunciar, celebrar y servir
el Evangelio de la esperanza
para la paz y la alegría de todos.
Reina de la Paz,

¡protege la humanidad del tercer milenio!

Vela por todos los cristianos:
que prosigan confiados por la vía de la unidad,
como fermento
para la concordia del Continente.

Vela por los jóvenes,
esperanza del mañana:
que respondan generosamente

a la llamada de Jesús;

Vela por los responsables de las naciones:
que se empeñen en construir una casa común,
en la que se respeten la dignidad
y los derechos de todos.

María, ¡danos a Jesús!
¡Haz que lo sigamos y amemos!
Él es la esperanza de la Iglesia,
de Europa y de la humanidad.

Él vive con nosotros,
entre nosotros, en su Iglesia.
Contigo decimos
«Ven, Señor Jesús» (Ap 22,20):
Que la esperanza de la gloria
infundida por Él en nuestros corazones
dé frutos de justicia y de paz.

Maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

9. Oración a JesuCristo por las familias de América

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Ecclesia in America"

Señor Jesucristo, te agradecemos
que el Evangelio del Amor del Padre,
con el que Tú viniste a salvar al mundo,
haya sido proclamado ampliamente en América
como don del Espíritu Santo

que hace florecer nuestra alegría.

Te damos gracias por la ofrenda de tu vida,
que nos entregaste amàndonos hasta el extremo,
y nos hace hijos de Dios

y hermanos entre nosotros.

Aumenta, Señor, nuestra fe y amor a ti,
que estàs presente
en tantos sagrarios del Continente.
Concédenos ser fieles testigos de tu Resurrección
ante las nuevas generaciones de América,
para que conociéndote te sigan
y encuentren en ti su paz y su alegría.
Sólo así podràn sentirse hermanos

de todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.

Tú, que al hacerte hombre
quisiste ser miembro de una familia humana,
enseña a las familias
las virtudes que resplandecieron
en la casa de Nazaret.
Haz que permanezcan unidas,
como Tú y el Padre sois Uno,
y sean vivo testimonio de amor,
de justicia y solidaridad;
que sean escuela de respeto,
de perdón y mutua ayuda,
para que el mundo crea;
que sean fuente de vocaciones
al sacerdocio,
a la vida consagrada
y a las demàs formas

de intenso compromiso cristiano.

Protege a tu Iglesia y al Sucesor de Pedro,
a quien Tú, Buen Pastor, has confiado
la misión de apacentar todo tu rebaño.
Haz que tu Iglesia florezca en América
y multiplique sus frutos de santidad.
Enséñanos a amar a tu Madre, María,

como la amaste Tú.

Danos fuerza para anunciar con valentía tu Palabra
en la tarea de la nueva evangelización,
para corroborar la esperanza en el mundo.
¡Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América,
ruega por nosotros!

América María familias

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

10. Oración para los laicos

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Christifideles Laici"

Oh Virgen santísima
Madre de Cristo y Madre de la Iglesia,
con alegría y admiración
nos unimos a tu Magnificat,
a tu canto de amor agradecido.
Contigo damos gracias a Dios,
«cuya misericordia se extiende
de generación en generación»,
por la espléndida vocación
y por la multiforme misión
confiada a los fieles laicos,
por su nombre llamados por Dios
a vivir en comunión de amor
y de santidad con Él
y a estar fraternalmente unidos
en la gran familia de los hijos de Dios,
enviados a irradiar la luz de Cristo
y a comunicar el fuego del Espíritu
por medio de su vida evangélica
en todo el mundo.

Virgen del Magnificat,
llena sus corazones
de reconocimiento y entusiasmo
por esta vocación y por esta misión.
Tú que has sido,
con humildad y magnanimidad,
«la esclava del Señor»,
danos tu misma disponibilidad
para el servicio de Dios
y para la salvación del mundo.
Abre nuestros corazones
a las inmensas perspectivas
del Reino de Dios
y del anuncío del Evangelio
a toda criatura.

En tu corazón de madre
estàn siempre presentes los muchos peligros
y los muchos males
que aplastan a los hombres y mujeres
de nuestro tiempo.
Pero también estàn presentes
tantas iniciativas de bien,
las grandes aspiraciones a los valores,
los progresos realizados

en el producir frutos abundantes de salvación.

Virgen valiente,
inspira en nosotros fortaleza de ànimo
y confianza en Dios,
para que sepamos superar
todos los obstàculos que encontremos
en el cumplimiento de nuestra misión.
Enséñanos a tratar las realidades del mundo
con un vivo sentido de responsabilidad cristiana
y en la gozosa esperanza
de la venida del Reino de Dios,

de los nuevos cielos y de la nueva tierra.

Tú que junto a los Apóstoles
has estado en oración
en el Cenàculo
esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,
invoca su renovada efusión
sobre todos los fieles laicos, hombres y mujeres,
para que correspondan plenamente
a su vocación y misión,
como sarmientos de la verdadera vid,
llamados a dar mucho fruto
para la vida del mundo.

Virgen Madre,
guíanos y sosténnos para que vivamos siempre
como auténticos hijos
e hijas de la Iglesia de tu Hijo
y podamos contribuir a establecer sobre la tierra
la civilización de la verdad y del amor,
según el deseo de Dios
y para su gloria.
Amén.

laicos virgen Maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

11. ¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Juan Pablo II, Oración para el año dedicado al Espíritu Santo

Espíritu Santo, dulce huésped del alma,
muéstranos el sentido profundo del gran jubileo
y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con fe,
en la esperanza que no defrauda,

en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios,
memoria y profecía de la Iglesia,
dirige la humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret
el Señor de la gloria, el Salvador del mundo,

la culminación de la historia.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Espíritu creador, misterioso artífice del Reino,
guía la Iglesia con la fuerza de tus santos dones
para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio
y llevar a las generaciones venideras

la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo,
ven y renueva la faz de la tierra.
Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad,
para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento

de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia,
haz que la riqueza de los carismas y ministerios
contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo,
y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados

colaboren juntos en la edificación del único reino de Dios.

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz,
suscita solidaridad para con los necesitados,
da a los enfermos el aliento necesario,
infunde confianza y esperanza en los que sufren,

acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!


Espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón,
orienta el camino de la ciencia y de la técnica
al servicio de la vida, de la justicia y de la paz.
Haz fecundo el diàlogo con los miembros de otras religiones,

y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne
en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha,
haznos dóciles a las muestras de tu amor
y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos

que tú pones en el curso de la historia.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

A ti, Espíritu de amor,
junto con el Padre omnipotente
y el Hijo unigénito,
alabanza, honor y gloria
por los siglos de los siglos. Amén.

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

12. Oración para el primer año de preparación del Gran Jubileo del 2000

Juan Pablo II, Juan Pablo II

Señor Jesús, plenitud de los tiempos y señor de la historia, dispón nuestro corazón a celebrar con fe el Gran Jubileo del Año 2000, para que sea un año de gracia y de misericordia. Danos un corazón humilde y sencillo, para que contemplemos con renovado asombro el misterio de la Encarnación, por el que tú, Hijo del Altísimo, en el seno de la Virgen, santuario del Espíritu, te hiciste nuestro Hermano.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, principio y perfección del hombre nuevo, convierte nuestros corazones a ti, para que, abandonando las sendas del error, caminemos tras tus huellas por el sendero que conduce a la vida. Haz que, fieles a las promesas del Bautismo, vivamos con coherencia nuestra fe, dando testimonio constante de tu palabra, para que en la familia y en la sociedad resplandezca la luz vivificante del Evangelio.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, fuerza y sabiduría de Dios, enciende en nosotros el amor a la divina Escritura, donde resuena la voz del Padre, que ilumina e inflama, alimenta y consuela. Tú, Palabra del Dios vivo, renueva en la Iglesia el ardor misionero, para que todos los pueblos lleguen a conocerte, verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo del hombre, único Mediador entra el hombre y Dios.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, fuente de unidad y de paz, fortalece la comunión en tu Iglesia, da vigor al movimiento ecuménico, para que con la fuerza de tu Espíritu, todos tus discípulos sean uno. Tú que nos has dado como norma de vida el mandamiento nuevo del amor, haznos constructores de un mundo solidario, donde la guerra sea vencida por la paz, la cultura de la muerte por el compromiso en favor de la vida.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad, luz que ilumina a todo hombre, da a quien te busca con corazón sincero la abundancia de tu vida. A ti, Redentor del hombre, principio y fin del tiempo y del cosmos, al Padre, fuente inagotable de todo bien, y al Espíritu Santo, sello del infinito amor, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Jubileo Jesús

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006