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PREGHIERA

1. Oración al Cristo negro de Bojayà

Papa Francisco, Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional (Villavicencio - Colombia - 8 de septiembre de 2017

Oh Cristo negro de Bojayà,
que nos recuerdas tu pasión y muerte;
junto con tus brazos y pies
te han arrancado a tus hijos
que buscaron refugio en ti.

Oh Cristo negro de Bojayà,
que nos miras con ternura
y en tu rostro hay serenidad;
palpita también tu corazón
para acogernos en tu amor.

Oh Cristo negro de Bojayà,
haz que nos comprometamos
a restaurar tu cuerpo.
Que seamos tus pies para salir al encuentro
del hermano necesitado;
tus brazos para abrazar
al que ha perdido su dignidad;
tus manos para bendecir y consolar
al que llora en soledad.

Haz que seamos testigos
de tu amor y de tu infinita misericordia.

inviato da Qumran, inserito en fecha 01/02/2018

TESTO

2. El evangelio

Chiara Lubich, Congreso Eucarístico de Pescara -Italia- el 15/09/1977

Las palabras del Evangelio son únicas, fascinantes y admirables,
pueden traducirse en vida,
son luz para todo hombre que viene a este mundo
y, por consiguiente, universales.
Viviéndolas, todo cambia:
la relación con Dios, con el prójimo, con los enemigos.
Estas palabras le dan su justo lugar a todos los valores
y apartan todas las cosas,

también al padre, a la madre, a los hermanos, el propio trabajo...
para poner a Dios en el primer lugar del corazón del hombre.
Y, por consiguiente, contiene promesas extraordinarias:
cien veces en esta vida, y la vida eterna.
Jesús actúa de Dios.
Por poco que des te colma de dones.
No existe situación humana
que no encuentre respuesta explícita o implícita
en aquel pequeño libro que contiene las palabras de Dios.
Las nuevas y exultantes experiencias evangélicas
pasan de boca en boca.
Son un pequeño eco de las palabras de los Apóstoles:
“Cristo ha resucitado”.
Aquí se dice: “¡Cristo està vivo!”.

evangelio

inviato da Qumran2, inserito en fecha 01/02/2018

PREGHIERA

3. Oración para las personas de vida consagrada

Juan Pablo II, Jubileo de la Vida Consagrada, 2 de febrero de 2000

Virgen María, Madre de Cristo
y de la Iglesia,
dirige tu mirada
a los hombres y mujeres
que tu Hijo ha llamado
a seguirlo
en la total consagración
a su amor:
que se dejen guiar siempre
por el Espíritu;
que sean incansables
en su entrega
y en su servicio al Señor,
para que sean testigos fieles
de la alegría
que brota del Evangelio
y heraldos de la Verdad
que guía al hombre
a los manantiales
de la Vida inmortal.
Amén.

consagradas

inviato da Qumran2, inserito en fecha 14/03/2009

PREGHIERA

4. Oración del Pàrroco a María Santísima

Congregación para el Clero, El presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial

Oh María, Madre de Jesucristo, Crucificado y Resucitado,
Madre de la Iglesia, pueblo sacerdotal (1 Pe 2,9),
Madre de los sacerdotes, ministros de tu Hijo:
acoge el humilde ofrecimiento de mí mismo,
para que en mi misión pastoral
pueda anunciar la infinita misericordia
del Sumo y Eterno Sacerdote:

oh "Madre de misericordia".

Tú que has compartido con tu Hijo,
su «obediencia sacerdotal» (Heb 10,5-7; Lc 1,38),
y has preparado para èl un cuerpo (Heb 10,7)
en la unción del Espíritu Santo,
introduce mi vida sacerdotal en el misterio inefable
de tu divina maternidad,

oh "Santa Madre de Dios".

Dame fuerza en las horas oscuras de la vida,
confórtame en la fatiga de mi ministerio
que tu Jesús me ha confiado,
para que, en comunión Contigo, pueda llevarlo a cabo
con fidelidad y amor,
oh Madre del Eterno Sacerdote,

«Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros».

Tú que has acompañado silenciosamente a Jesús
en su misión de anunciar
el Evangelio de paz a los pobres,
hazme fiel a la grey

que el Buen Pastor me ha confiado.

Haz que yo pueda guiarla siempre
con sentimientos de paciencia, de dulzura
de firmeza y amor,
en la predilección por los enfermos,
por los pequeños, por los pobres, por los pecadores,

oh "Madre Auxiliadora del Pueblo cristiano".

A Ti me consagro y confío, oh María,
que, junto a la Cruz de tu Hijo,
has sido hecha partícipe de su obra redentora,

«unida con lazo indisoluble a la obra de la salvación».

Haz que, en el ejercicio de mi ministerio,
pueda sentir siempre màs
«la dimensión espléndida y penetrante de tu cercanía»
en todo momento de mi vida,
en la oración y en la acción,

en la alegría y en el dolor, en el cansancio y en el descanso,

oh "Madre de la Confianza".

Concédeme oh Madre, que en la celebración de la Eucaristía,
centro y fuente del ministerio sacerdotal,
pueda vivir mi cercanía a Jesús
en tu cercanía materna,

porque «cuando celebramos la Santa Misa tú estàs junto a nosotros»

y nos introduces en el misterio de la ofrenda redentora de tu divino Hijo,

oh «Mediadora de las gracias que brotan de esta ofrenda para la Iglesia y para todos los fieles»
oh "Madre del Salvador".

Oh María: deseo poner mi persona,
mi voluntad de ser santo,
bajo tu protección e inspiración materna
para que Tú me guíes
hacia aquella "conformación con Cristo, Cabeza y Pastor"

que requiere el ministerio de pàrroco.

Haz que yo tome conciencia
de que "Tú estàs siempre junto a todo sacerdote",
en su misión de ministro
del Único Mediador Jesucristo:
Oh "Madre de los Sacerdotes",
"Socorro y Mediadora"

de todas las gracias.

Amén

parroco sacerdote maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 02/07/2007

PREGHIERA

5. Aprender a orar en 10 pasos

1.- Comienza por saber escuchar. El Cielo emite noche y día.

2.- No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.

3.- Pero no olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: "Pedid y recibiréis"

4.- El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.

5.- ¿No sabes qué decirle a Dios? Hàblale de vuestros mutuos intereses. Muchas veces. Y a solas.

6.-No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus propios pensamientos.

7.- Cuando ores no seas ni engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé cual eres.

8.-¿Y las distracciones involuntarias? Descuida. Dios, y el sol, broncean con solo ponerse delante.

9.- Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios Él no te responde..., lee la Biblia.

10.- No hables nunca de "ratos de oración"; ten "vida de oración".

oración

inviato da Qumran2, inserito en fecha 11/06/2007

PREGHIERA

6. A María, Madre de Asia

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Ecclesia in Asia"

Oh Madre santa, Hija del Altísimo,
Virgen Madre del Salvador y Madre nuestra,
dirige tu mirada, llena de ternura, hacia la Iglesia
que tu Hijo ha plantado en tierra de Asia.
Sé tu su guía y modelo,
mientras prosigue la misión

de amor y servicio de tu Hijo en Asia.

Tú aceptaste plena y libremente
la invitación del Padre a ser Madre de Dios;
enséñanos a vaciar
nuestro corazón de todo lo que no es Dios,
para que también nosotros nos llenemos
del Espíritu Santo.

Tú contemplaste los misterios
de la voluntad de Dios
en el silencio de tu corazón;
ayúdanos a discernir

los signos de la poderosa mano de Dios.

Tú te apresuraste a visitar a Isabel
para ayudarle en los días de su espera;
obtén para nosotros
ese mismo celo y espíritu de servicio
en la tarea de la evangelización.

Tú elevaste tu voz
para cantar las alabanzas del Señor;
guíanos en el gozoso anuncio de la fe
en Cristo Salvador.

Tú tuviste compasión
de los necesitados
e imploraste en su nombre a tu Hijo;
enséñanos a no tener miedo de hablar

del mundo a Jesús y de Jesús al mundo.

Tú estuviste al pie de la cruz,
cuando tu Hijo exhaló su último suspiro;
acompàñanos mientras tratamos de estar unidos,

en el espíritu y en el servicio, a los que sufren.

Tú oraste con los discípulos en el cenàculo;
ayúdanos a esperar el don del Espíritu,
para ir a dondequiera que èl nos lleve.

Protege a la Iglesia
de todas las fuerzas que la amenazan.
Ayúdala a ser imagen verdadera
de la santísima Trinidad.

Intercede para que,
mediante el servicio prestado con amor
por la Iglesia,
todos los pueblos de Asia puedan llegar a conocer
a tu Hijo Jesucristo,
único Salvador del mundo,
y a saborear así el gozo de la vida
en su plenitud.

Oh María, Madre de la nueva creación
y Madre de Asia
ruega por nosotros, tus hijos, ahora y siempre.

Maria evangelización

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

7. Madre de los sacerdotes

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Pastores Dabo Vobis"

Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.

Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.

Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.

Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenàculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.

Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida
y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principio
a los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. Amén.

sacerdotes María sacerdotes

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

8. Oración para los laicos

Juan Pablo II, Exhortación Apostólica "Christifideles Laici"

Oh Virgen santísima
Madre de Cristo y Madre de la Iglesia,
con alegría y admiración
nos unimos a tu Magnificat,
a tu canto de amor agradecido.
Contigo damos gracias a Dios,
«cuya misericordia se extiende
de generación en generación»,
por la espléndida vocación
y por la multiforme misión
confiada a los fieles laicos,
por su nombre llamados por Dios
a vivir en comunión de amor
y de santidad con Él
y a estar fraternalmente unidos
en la gran familia de los hijos de Dios,
enviados a irradiar la luz de Cristo
y a comunicar el fuego del Espíritu
por medio de su vida evangélica
en todo el mundo.

Virgen del Magnificat,
llena sus corazones
de reconocimiento y entusiasmo
por esta vocación y por esta misión.
Tú que has sido,
con humildad y magnanimidad,
«la esclava del Señor»,
danos tu misma disponibilidad
para el servicio de Dios
y para la salvación del mundo.
Abre nuestros corazones
a las inmensas perspectivas
del Reino de Dios
y del anuncío del Evangelio
a toda criatura.

En tu corazón de madre
estàn siempre presentes los muchos peligros
y los muchos males
que aplastan a los hombres y mujeres
de nuestro tiempo.
Pero también estàn presentes
tantas iniciativas de bien,
las grandes aspiraciones a los valores,
los progresos realizados

en el producir frutos abundantes de salvación.

Virgen valiente,
inspira en nosotros fortaleza de ànimo
y confianza en Dios,
para que sepamos superar
todos los obstàculos que encontremos
en el cumplimiento de nuestra misión.
Enséñanos a tratar las realidades del mundo
con un vivo sentido de responsabilidad cristiana
y en la gozosa esperanza
de la venida del Reino de Dios,

de los nuevos cielos y de la nueva tierra.

Tú que junto a los Apóstoles
has estado en oración
en el Cenàculo
esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,
invoca su renovada efusión
sobre todos los fieles laicos, hombres y mujeres,
para que correspondan plenamente
a su vocación y misión,
como sarmientos de la verdadera vid,
llamados a dar mucho fruto
para la vida del mundo.

Virgen Madre,
guíanos y sosténnos para que vivamos siempre
como auténticos hijos
e hijas de la Iglesia de tu Hijo
y podamos contribuir a establecer sobre la tierra
la civilización de la verdad y del amor,
según el deseo de Dios
y para su gloria.
Amén.

laicos virgen Maria

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

TESTO

9. Oración para el tercero año de preparación del Gran Jubileo del 2000

Juan Pablo II, Juan Pablo II

1. Bendito seas, Padre,
que en tu infinito amor
nos has dado a tu Hijo unigénito,
hecho carne por obra del Espíritu Santo
en el seno purísimo de la Virgen María
y nacido en Belén hace dos mil años.
Él se hizo nuestro compañero de viaje
y Dio nuevo significado a la historia,
que es un camino recorrido juntos
en las penas y los sufrimientos,
en la fidelidad y el amor,
hacia los cielos nuevos y la tierra nueva
en los cuales Tú,

vencida la muerte, seràs todo en todos.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

2. Que por tu gracia, Padre, el Año jubilar
sea un tiempo de conversión profunda
y de gozoso retorno a ti;
que sea un tiempo de reconciliación entre los hombres
y de nueva concordia entre las naciones;
un tiempo en que las espadas se cambien por arados
y al ruido de las armas le sigan los cantos de la paz.
Concédenos, Padre, poder vivir el Año jubilar
dóciles a la voz del Espíritu,
fieles en el seguimiento de Cristo,
asiduos en la escucha de la Palabra

y en el acercarnos a las fuentes de la gracia.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

3. Sostén, Padre, con la fuerza del Espíritu,
los esfuerzos de la Iglesia en la nueva evangelización
y guía nuestros pasos por los caminos del mundo,
para anunciar a Cristo con la propia vida
orientando nuestra peregrinación terrena
hacia la Ciudad de la luz.
Que los discípulos de Jesús brillen por su amor
hacia los pobres y oprimidos;
que sean solidarios con los necesitados
y generosos en las obras de misericordia;
que sean indulgentes con los hermanos

para alcanzar de ti ellos mismos indulgencia y perdón.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,

único y eterno Dios!

4. Concede, Padre, que los discípulos de tu Hijo,
purificada la memoria y reconocidas las propias culpas,
sean una sola cosa para que el mundo crea.
Se extienda el diàlogo
entre los seguidores de las grandes religiones
y todos los hombres descubran la alegría
de ser hijos tuyos.
A la voz suplicante de María,
Madre de todos los hombres,
se unan las voces orantes
de los apóstoles y de los màrtires cristianos,
de los justos de todos los pueblos
y de todos los tiempos,
para que el Año santo sea para cada uno
y para la Iglesia

causa de renovada esperanza y de gozo en el Espíritu.

¡Gloria y alabanza a ti, Santísima Trinidad,
único y eterno Dios!

5. A ti, Padre omnipotente,
origen del cosmos y del hombre,
por Cristo, el que vive,
Señor del tiempo y de la historia,
en el Espíritu que santifica el universo,
alabanza, honor y gloria
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

"Dios padre"

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

10. ¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Juan Pablo II, Oración para el año dedicado al Espíritu Santo

Espíritu Santo, dulce huésped del alma,
muéstranos el sentido profundo del gran jubileo
y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con fe,
en la esperanza que no defrauda,

en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios,
memoria y profecía de la Iglesia,
dirige la humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret
el Señor de la gloria, el Salvador del mundo,

la culminación de la historia.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Espíritu creador, misterioso artífice del Reino,
guía la Iglesia con la fuerza de tus santos dones
para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio
y llevar a las generaciones venideras

la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo,
ven y renueva la faz de la tierra.
Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad,
para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento

de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia,
haz que la riqueza de los carismas y ministerios
contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo,
y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados

colaboren juntos en la edificación del único reino de Dios.

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz,
suscita solidaridad para con los necesitados,
da a los enfermos el aliento necesario,
infunde confianza y esperanza en los que sufren,

acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!


Espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón,
orienta el camino de la ciencia y de la técnica
al servicio de la vida, de la justicia y de la paz.
Haz fecundo el diàlogo con los miembros de otras religiones,

y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne
en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha,
haznos dóciles a las muestras de tu amor
y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos

que tú pones en el curso de la historia.

¡Ven, Espíritu de amor y de paz!

A ti, Espíritu de amor,
junto con el Padre omnipotente
y el Hijo unigénito,
alabanza, honor y gloria
por los siglos de los siglos. Amén.

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006

PREGHIERA

11. Oración para el primer año de preparación del Gran Jubileo del 2000

Juan Pablo II, Juan Pablo II

Señor Jesús, plenitud de los tiempos y señor de la historia, dispón nuestro corazón a celebrar con fe el Gran Jubileo del Año 2000, para que sea un año de gracia y de misericordia. Danos un corazón humilde y sencillo, para que contemplemos con renovado asombro el misterio de la Encarnación, por el que tú, Hijo del Altísimo, en el seno de la Virgen, santuario del Espíritu, te hiciste nuestro Hermano.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, principio y perfección del hombre nuevo, convierte nuestros corazones a ti, para que, abandonando las sendas del error, caminemos tras tus huellas por el sendero que conduce a la vida. Haz que, fieles a las promesas del Bautismo, vivamos con coherencia nuestra fe, dando testimonio constante de tu palabra, para que en la familia y en la sociedad resplandezca la luz vivificante del Evangelio.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, fuerza y sabiduría de Dios, enciende en nosotros el amor a la divina Escritura, donde resuena la voz del Padre, que ilumina e inflama, alimenta y consuela. Tú, Palabra del Dios vivo, renueva en la Iglesia el ardor misionero, para que todos los pueblos lleguen a conocerte, verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo del hombre, único Mediador entra el hombre y Dios.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, fuente de unidad y de paz, fortalece la comunión en tu Iglesia, da vigor al movimiento ecuménico, para que con la fuerza de tu Espíritu, todos tus discípulos sean uno. Tú que nos has dado como norma de vida el mandamiento nuevo del amor, haznos constructores de un mundo solidario, donde la guerra sea vencida por la paz, la cultura de la muerte por el compromiso en favor de la vida.

(Gloria y alabanza a ti, oh Cristo, ahora y por siempre).

Jesús, Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad, luz que ilumina a todo hombre, da a quien te busca con corazón sincero la abundancia de tu vida. A ti, Redentor del hombre, principio y fin del tiempo y del cosmos, al Padre, fuente inagotable de todo bien, y al Espíritu Santo, sello del infinito amor, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Jubileo Jesús

inviato da Qumran2, inserito en fecha 22/08/2006